Balenciaga, un grande de la moda

Hola de nuevo!

Hoy os traemos un artículo sobre un grande de la moda española, si no el más grande de los modistos tantoa españoles como internacionales.  Una persona que sirvió de inspiración para muchos otros que vinieron después como fue el mismísimo Dior. 

Y este no es ni más ni menos que Cristóbal Balenciaga.

Cristóbal Balenciaga Eizaguirre nace en 1895 en el seno de una humilde familia en Guetaria, Guipúzcoa.

Desde pequeño soñaba con ser modista y en sus ratos libres dibujaba los grandes diseños que veía. A los trece años, la VII marquesa de Casa Torres (abuela de la futura reina Fabiola de Bélgica), que veraneaba en Guetaria, se sintió conmovida ante las ansias que tenía el joven por aprender el oficio de la moda, y decidió plantearle un reto. Le entregó un trozo de tela junto a uno de sus más exclusivos vestidos, con el objetivo de que él lo copiara y demostrara su talento. El resultado contentó tanto a la marquesa, que de ahí en adelante se convirtió en su mecenas.

Durante los años 1918-1924 se juntó con las hermanas Lizaso, y formaron la casa Balenciaga Lizaso. Finalmente se separaron a causa de una discusión.

 

Tras unos años de incipiente éxito, Balenciaga abrió una tienda llamada Eisa (como homenaje a su apellido materno) en San Sebastián, en 1919, que se expandiría hacia Madrid y Barcelona.​ La Familia Real española y la aristocracia llevaban sus diseños. Cuando estalló la guerra civil española, se vio forzado a cerrar sus tiendas, y se trasladó a París. Balenciaga abrió su taller parisino en la avenida George-V en agosto de 1937.

Impuso un estilo totalmente innovador, presentando una línea de hombros caídos, cintura pinzada y caderas redondas. Es a partir de los años 1950 cuando empieza a ser reconocido y despliega toda su creatividad.

Al contrario que muchos diseñadores, que abocetaban sus creaciones pero no las confeccionaban, Cristóbal Balenciaga tuvo un pleno dominio de la costura y del manejo de tejidos. Coco Chanel llegó a afirmar:

"Es el único de nosotros que es un verdadero costurero"

Manifestó predilección por los tejidos con peso, que se enriquecían con bordados a mano, lentejuelas o pedrería.

 

Destacan los vestidos negros, los abrigos cuadrados sin cuello ni botones, la manga japonesa, el vestido túnica o los impermeables transparentes.

Balenciaga era capaz de montar un vestido con un paño de tela, sin apenas cortes ni costuras, en poquísimo tiempo. Su habilidad en crear volúmenes y formas fue asombrosa; daba a las prendas un acabado perfecto, casi escultórico, encubriendo todas las botonaduras y puntadas de hilo. Su nivel de exigencia le llevaba a desarmar un vestido entero si no quedaba a su plena satisfacción. Creaba diseños exclusivos para sus mejores clientas sin necesidad de pruebas.

Era una figura legendaria en el mundo de la moda y de la alta sociedad, no solo por sus diseños sino también por su carácter reservado y su método de trabajo riguroso y discreto. Recibía a sus clientes mediante cita previa y organizaba desfiles privados. No le gustaban las multitudes ni la vida mundana. Guardó con celo su vida privada.

Uno de sus últimos trabajos fue el uniforme de las azafatas de Air France; este fue el único acercamiento que tuvo al prêt-à-porter. Compartió la actitud de Chanel y lo rechazó desde los inicios. Sin embargo, Chanel accedió a crear colecciones prêt-à-porter y Balenciaga, no.

Balenciaga decidió retirarse tras cincuenta años en activo, en 1968, con la llegada del prêt-à-porter. Por tanto Balenciaga siempre creó alta costura y nunca prêt-à-porter, por eso es considerado por muchos como el verdadero padre de la alta costura. Francia, agradecida, le nombró caballero de la Legión de Honor.

Balenciaga se retiró del mundo de la alta costura en 1968. Primero decidió retirarse de la vida activa en mayo de 1968 y, un par de meses más tarde, el 1 de julio, los periódicos daban la noticia del cierre de su casa central en París y de sus talleres de Madrid. 

Balenciaga regresó a España. Terminó sus días viviendo en su casa de Jávea, donde le gustaba pintar, conversar y comer en la compañía de algunos de sus ayudantes españoles.

Excepcionalmente, cuatro años después de su retirada, aceptó el encargo de diseñar un vestido, el de novia de Carmen Martínez-Bordiú, hija de una de sus clientas más importantes, Carmen Franco y Polo y, por lo tanto nieta del general Francisco Franco. La boda se celebró el 8 de marzo de 1972, siendo el vestido de Martínez-Bordiu la última obra de Balenciaga.

Ese mismo mes de marzo de 1972, Balenciaga fue a pasar unas vacaciones al parador nacional de turismo de Jávea, en Alicante. No estaba enfermo, ni se le conocía ningún padecimiento grave, pero el 23 de marzo sufrió un infarto de miocardio inesperadamente, seguido de un paro cardíaco. Tenía 77 años de edad en el momento de su fallecimiento. Fue enterrado en Guetaria, su localidad natal.

Ahora mismo tenéis disponible la serie sobre los años de trabajo que pasó en París que a mi personalmente me está gustando mucho :-)